Ay, William. De Elizabeth Strout. Una novela muy distinta de las recientemente leídas, lo que en un principio me hizo poner un duda mi interés. Sin embargo, un fragmento de la historia de Lucy, complementada con sus referencias biográficas a otras de sus novelas, me terminó cautivando por su sutileza, simpleza en la expresión y sobretodo, la ternura que se trasunta en su vínculo con su ex marido, a quien acompaña en momentos difíciles de su vida, como si fuera su compañera... finalmente, lo es. Todo esto acompañado por sucesos de mayor y menor importancia tanto de la narradora como de su familia, sus hijas, su marido muerto, su suegra. Es una novela sutil, tierna y clara dentro de su propia confusión.
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