Tema: el cumpleaños… y las historias y reflexiones que pueden surgir en torno a un día tan obvio. No hay duda, así como existe el día y la noche, de que debe existir un día en que nacimos. La pregunta es por qué elegir precisamente ese día para tener expectativas o suponer que la vida será distinta. Empieza el libro con el relato La chica del cumpleaños. En una lluviosa jornada, en que se suponía debía celebrar su vigésimo aniversario existencial, la chica termina sentada junto a un anciano, el dueño del restorán en que trabaja, pidiendo un deseo que nunca sabremos cual fue, ni si le fue concedido. Con la misma fluidez, Murakami recuerda uno de sus cumpleaños y en torno a él llega a su mente, reflejado en la copa de vino con que celebra, la imagen de Jack London. Vaya a saber uno que importancia pudo tener ese hombre en su vida. Quizá recordar que murió por muchas copas de vino que dieron vida a su muerte.