Un aplauso, como siempre, para los Libros del zorro rojo. Libros objeto preciosos que dan ganas de atesorar, cuidar, exhibir y mirar una y otra vez. En este formato brilla una vez más Murakami con dos de sus primeros relatos, ilustrados por la talentosa Kat Menschik. ¡Lo vi y lo tuve que comprar!
Al leer este tipo de libros me siento un poco niña. El placer de tocar, de sentir el material, la portada, las hojas satinadas, las formas y colores que dejan tanto que interpretar, la disposición armónica de las palabras en un aparente coqueteo con las imágenes... una experiencia distinta y gratificante.
Otra forma de acercarse a un maravilloso escritor, que esta vez nos sumerge ni más ni menos que en el mundo de la delincuencia: Asalto a las panaderías. solo Murakami!!
