Media confundida estuve en la primeras páginas. Con la duda de si mi capacidad de lectura estaba dañada. Me enredaba en las voces, primero el narrador, después las primeras personas de los personajes y el escritor en medio de todo manifestando sus crisis existenciales. Después, se toma el ritmo y sobretodo se admira la capacidad de escribir de esa manera, tan confusa, clara y poética a la vez. Sexualidad y erotismo en un ambiente clásico, amores y traiciones sin culpas ni perdones.
" La infelicidad roba tiempo a la alegría, y en la alegría se construye la prosperidad", ergo, prohibida la infelicidad.